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Escritos

Apuntes para pensar la sociedad

Por 23 de marzo de 2023No Comments

Uno se despide insensiblemente de pequeñas cosas

Lo mismo que un árbol que en tiempo de otoño, se queda sin hojas

Al fin, la tristeza, es la muerte lenta de las simples cosas

Esas cosas simples que quedan doliendo en el corazón

Uno vuelve siempre a los viejos sitios donde amó la vida

Y entonces comprende cómo están de ausentes las cosas queridas

Por eso muchacha no partas ahora soñando el regreso

Que el amor es simple y a las cosas simples las devora el tiempo

Demórate a ti, en la luz solar de este medio día

Donde encontrarás con el pan al sol la mesa tendida

Por eso muchacha no partas ahora soñando el regreso

Que el amor es simple y a las cosas simples, las devora el tiempo

Uno vuelve siempre a los viejos sitios donde amó la vida

Cesar Isella.

Uno vuelve siempre a los viejos sitios donde amo la vida…

Amar supone el establecimiento de un vínculo libidinal profundo e intenso con alguien o algo. Entablar una relación, en ese sentido, implica aceptar la dimensión conflictiva y trágica de la vida, además de toparse con lo totalmente otro de una persona o cosa. El mundo de hoy opta, cada vez más, por los inmediatos intercambios placenteros, que a diferencia del amor, prescinden de la dimensión conflictiva o trágica. Los vínculos se tornan inoportunos. Portadores de displacer y conflicto se evitan bajo promesa de un estado ideal y con la firme convicción de una vacua sabiduría. El otro, en tanto Otro desaparece, se desvanece en pos de la positividad de lo igual. Lo distinto es fuente de angustia pero también de crecimiento. El infierno de lo igual alimentado del me gusta entroniza a su Yo engordado a puro eco y desnutrido de sentido e identidad…Si Pudiéramos oír a Eros, se escucharía su estertor.

Uno vuelve siempre a los viejos sitios donde amo la vida…

Solo se puede volver a aquello que se ha amado. Solo lo amado se convierte en un espacio, en un lugar capaz de ser habitado y en un lugar cargado de historia y simbolismo. Lo disfrutado, en términos del puro placer, muere con el estímulo, tornándose navegable pero no habitable. Carente de profundidad, vive de la inmediatez y el impacto. No permite la demora. No se transforma en historia sino que perece como las historias de las  redes sociales. Dura lo que el sueño de Cenicienta .

Uno vuelve siempre a los viejos sitios donde amo la vida…

Amar Comprende perder. Amar supone dañar y reparar. Como la vida… que también implica inexorablemente la muerte. Ya José Saramago, en su libro “Intermitencias de la muerte” advertirte de los problemas de una vida sin muerte. Y nos muestra, además, como la Muerte para vivir el amor, y para vivir en última instancia también, debe tornarse un mortal más.

Quien ama la vida, la perderá. Como el árbol que pierde sus hojas… Las pierde porque vive. Perder, hoy no es una opción. No se puede perder lo que no se tiene. Rápidamente hay que soltar. Uno tiene que fluir. ¿Hacia dónde? No lo sé y menos con la creciente carestía de lugares.

Uno vuelve siempre a los viejos sitios donde amo la vida…

Vivimos en un mundo cada vez más parecido al mundo feliz de Aldous Huxley. Tomamos Nuestro Soma diario y nos sentimos libres. Somos, al mismo tiempo, libres y esclavos, oprimidos y opresores, sumergidos en una compleja ingeniería del placer. Ya no resulta necesario vigilar y castigar. Basta con proveer placer constante. Nuestro smatrphone es el dealer más eficiente. Abrimos voluntariamente nuestra vida para que nos controlen. Nos sentimos libres al hacerlo.

Uno vuelve siempre a los viejos sitios donde amo la vida….

Yo agregaría… Hasta que uno no tiene más a donde volver ¿ Y entonces que nos queda? El caos. Un estado permanente de contradicción, sin forma, oscuridad, donde los principios de orden, verdad y significado se desvanecen.

Uno vuelve siempre a los viejos sitios donde amo la vida…

Para terminar quisiera recordar/volver a Pepe Silberstein, quien en vida fuera miembro de APR y que en su libro Vínculos Diabólicos nos deja una hermosa frase:

“El eslabón que une la vida con la muerte es lo que empuja a los seres humanos a la búsqueda de la trascendencia”

Entiendo firmemente que una de nuestras tareas como psicoanalistas es no permitir que ese eslabón se pierda.

Muchas gracias.